Katherin Lisset Jimenez Yanza a; Roxana Mercedes Ochoa Reinoso b; Adrián André Bravo Legarda c; Mayra Alexandra Bermeo Naranjo d
Amiodarona en hipertiroidismo
Amiodarone in hyperthyroidism
Revista Científica de Investigación actualización del mundo de las Ciencias. Vol. 3 núm., 3, julio, ISSN: 2588-0748, 2018, pp. 517-543
DOI: 10.26820/reciamuc/3.(3).julio.2019.517-543
URL: http://reciamuc.com/index.php/RECIAMUC/article/view/288
Código UNESCO: 3201.01 Oncología
Tipo de Investigación: Artículo de Revisión
© RECIAMUC; Editorial Saberes del Conocimiento, 2019
Recibido: 28/04/2019 Aceptado: 19/05/2019 Publicado: 01/07/2019 Correspondencia: kathelys_17@hotmail.com
Médico; Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador; kathelys_17@hotmail.com
Médico; Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador; roxamer283@gmail.com
Médico; Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador; adrianandrebl@gmail.com
Médico; Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador; mayranaranjo44@gmail.com
La tiroides es uno de los órganos más importantes del sistema endocrino porque segrega las hormonas T4 y T3 responsables de la maduración y el desarrollo del sistema nervioso y del crecimiento lineal de los huesos. El sistema está en equilibrio cuando el eje tiroideo, conformado por el hipotálamo, hipófisis y tiroides, segrega la hormona TSH responsable de las hormonas tiroides. Al romper el equilibrio entonces se producen las enfermedades tiroideas. Una de ellas es el hipotiroidismo. Esta aparece al alterarse la estructura funcional de la producción y secreción de hormonas tiroideas, es decir cuando hay mayor cantidad de hormonas TSH y menores hormonas T4 y T3. Uno de los tratamientos para arritmias cardiacas es la amiodarona, la cual incrementa de los niveles de yodo en el cuerpo, permitiendo la aparición de hipotiroidismo. Por lo cual, el objetivo general de esta investigación es analizar la importancia de la amiodarona en el hipotiroidismo. La metodología empleada se basó en investigaciones de tipo documental y bibliográfica. Los resultados se basaron en las características de la amiodarona, incluyendo síntomas, diagnóstico y tratamiento sobre el hipotiroidismo. La conclusión que se obtuvo fue que el efecto que tiene la amiodarona en el hipotiroidismo sucede después de 6 a 12 meses de ingesta con síntomas como piel seca, letargia, intolerancia al frio y alteración en la capacidad de concentración, esto produce la suspensión del medicamento y el reemplazo con levotiroxina aunado a evaluación sanguínea a través de tamizaje TSH cada seis meses con T4libre, T3total y antiTPO, y a su vez con evaluaciones ecográficas de tiroides.
Palabras Claves: Tiroides; Eje Tiroideo; Hormonas Tiroides; Hipotiroidismo; Amiodarona.
The thyroid is one of the most important organs of the endocrine system because it secretes the T4 and T3 hormones responsible for the maturation and development of the nervous system and the linear growth of the bones. The system is in equilibrium when the thyroid axis, formed by the hypothalamus, pituitary and thyroid, secretes the TSH hormone responsible for the thyroid hormones.By breaking the balance then thyroid diseases occur. One of them is hypothyroidism. This appears when the functional structure of the production and secretion of thyroid hormones is altered, that is to say when there is a greater quantity of TSH hormones and lower hormones T4 and T3. One of the treatments for cardiac arrhythmias is amiodarone, which increases the
levels of iodine in the body, allowing the appearance of hypothyroidism.Therefore, the general objective of this research is to analyze the importance of amiodarone in hypothyroidism. The methodology used was based on documentary and bibliographic research. The results were based on the characteristics of amiodarone, including symptoms, diagnosis and treatment of hypothyroidism.The conclusion was that the effect of amiodarone on hypothyroidism occurs after 6 to 12 months of intake with symptoms such as dry skin, lethargy, cold intolerance and impaired ability to concentrate, this produces the suspension of the drug and replacement with levothyroxine combined with blood evaluation through TSH screening every six months with free T4, T3 total and anti-TPO, and in turn with sonographic thyroid evaluations.
Key Words: Thyroid; Thyroid axis; Thyroid hormones; Hypothyroidism; Amiodarone.
Introducción.
El cuerpo humano sufre de cambios en el trascurrir de los años, desde el momento de la fecundación hasta la etapa adulta. Dependiendo de las condiciones y calidad de vida, el cuerpo humano va sufriendo diferentes modificaciones que pueden perjudicar o no la salud de la persona. Uno de los miembros más fundamentales dentro del equilib4io metabólico es la tiroides. La glándula tiroides recibe su nombre de la palabra griega thyreoeideso escudo, debido a su forma bilobulada, la cual fue identificada por el anatomista Thomas Wharton en 1656 y la tiroxina fue identificada en el siglo XIX (García, Lobato, & Cruz, 2009). Consta de 2 lóbulos adosados a los lados de la tráquea y la laringe, que están unidos entre sí por el istmo y que dispone de una rica vascularización (Brandan, Llanos, Miño, & Ruiz, 2007).
La importancia que tiene este órgano endocrino es que presente una notable estabilidad a señales ambientales. Esta razón es por los folículos cerrados de tamaño variable, revestidos de células epiteliales cilíndricas y llenas, en su mayor parte, de sustancia coloide que contiene grandes cantidades de tiroglobulina (Tg), el precursor proteínico de las hormonas tiroideas
(Brandan, Llanos, Miño, & Ruiz, 2007). Estas hormonas son la tiroxina (T4) y la triiodotironina (T3). Estas sustancias estimulan y regulan los procesos metabólicos en la mayoría de los órganos y son esenciales para la maduración y el desarrollo normal del sistema nervioso y el crecimiento lineal de los huesos, entre sus efectos más notables (Zanín, Gil, & De Bortoli, 2004).
Existe un eje que sirve de circuito de retroalimentación del sistema endocrino, este se llama eje tiroideo y está formado por el hipotálamo, hipófisis y tiroides. Este eje se puede observar en la figura 1. La hipófisis, bajo la acción estimulante de la hormona liberadora de TSH del hipotálamo, secreta hormona estimulante del tiroides (TSH) la cual promueve la síntesis y la secreción de las hormonas tiroideas que pasan al torrente sanguíneo (Zanín, Gil, & De Bortoli, 2004).
Fuente: (Brandan, Llanos, Miño, & Ruiz, 2007)
Ahora cuando las hormonas aumentan o disminuyen la retroalimentación se hace negativa. Esto quiere decir que cuando la secreción de tiroides (T4 y T3) disminuye, se estimula compensatoriamente la secreción de TSH; y viceversa, cuando la secreción de T4 y T3 aumenta, la secreción de TSH disminuye (Ares Segura, Quero Jiménez, & Morreale de Escobar, 2009).
Ahora, las mujeres son las que sufren más cuando la calidad de vida varia en el transcurso de la vida, además que existen etapas de cambio durante la misma.
Durante la pubertad, etapa que se distingue por un ajuste hormonal sistémico, en algunas adolescentes se incrementa el volumen de la tiroides (bocio simple). Se llama así porque se conserva la función tiroidea y las dos hormonas principales, triyodotironina (T3) y tiroxina (T4), permanecen en límites normales. También es frecuente el bocio simple durante el embarazo; en esta etapa resultan alterados los exámenes de laboratorio, debido a las elevadas concentraciones de estrógenos y progesterona, lo que genera duda diagnóstica. Durante el embarazo ocurre, de manera natural, un desequilibrio en el sistema inmunológico y las mujeres susceptibles pueden manifestar alguna enfermedad tiroidea. Durante la menopausia sucede otra etapa de modificaciones en el funcionamiento endocrino que puede trastornar la función tiroidea. Es indudable que las mujeres son más susceptibles, por tendencia familiar, a padecer alguna enfermedad tiroidea; entre las más frecuentes están: hipotiroidismo, hipertiroidismo tipo Graves, tiroiditis, nódulos y cáncer en la glándula tiroides. (Zárate, Basurto, Saucedo, & Valencia, 2009, pág. 97)
Es por ello, que durante las etapas de la vida surjan alguna variación en la condición de ida entonces empiezan a manifestar enfermedades, especial en esta zona tiroidea. La glándula
tiroides es asiento de enfermedades de distinta naturaleza, pero para fines prácticos se distinguen aquellas que alteran su forma o su nivel de función, y las neoplásicas (García, Lobato, & Cruz, 2009).
Estas enfermedades se presentan con aspecto oligosintomática o asintomática. Esto es debido a las manifestaciones floridas, ya sean de hipertiroidismo o de hipotiroidismo, o se observa a simple vista un bocio o un nódulo, no es sencillo en muchas ocasiones orientar ciertos signos y síntomas hacia el diagnóstico de alguna patología tiroidea (de Endocrinología, 1999). En la Tabla 1 se muestra las categorías de la función tiroidea a través de exámenes de sangre. Estas enfermedades tienen una base genética en la mayoría de los casos, pero en su presentación juegan un papel importante los factores ambientales como es el consumo de yodo de la población (García Mayor, Ríos, & Galofré, 2006).
Fuente: (de Endocrinología, 1999)
Uno de los aspectos fundamentales para determinar la enfermedad por glándula tiroides es a través del tamaño de la misma. El tamaño de la glándula tiroides varía de acuerdo con la edad, el género o la ingesta reciente de yodo, aunque la palpación es de uso universal, es difícil obtener acuerdo entre los examinadores, especialmente cuando los pacientes son lactantes, preescolares o escolares (de Endocrinología, 1999). Esto se puede detallar en la Tabla 2.
Otra de las manifestaciones es la formación de un nódulo tiroideo. Un nódulo tiroideo es un aumento focal de volumen o consistencia localizado en la tiroides, que se detecta por palpación o mediante estudios de imagen, y cuyas características permiten su distinción del resto del parénquima (Rivera-Moscoso, Hernández-Jiménez, Ochoa-Sosa, Rodríguez-Carranza, & Torres-Ambriz, 2010). En la mayoría de los casos es una alteración benigna, pero se debe descartar un proceso neoplásico subyacente en algunos pacientes, según las características clínicas y ecográficas (Román-González, Giraldo, Monsalve, Vélez, & Restrepo, 2013). Todos los nódulos deben estudiarse mediante un protocolo en el que intervienen endocrinólogos, radiólogos, patólogos y cirujanos (Acosta, López, & González, 2001). Con la presencia de un nódulo tiroideo existe la posibilidad de neoplasia maligna, pero esto sólo sucede en 5 a 10% de todos los nódulos (Ambriz, y otros, 2000).
Fuente: (de Endocrinología, 1999)
Una de las enfermedades que más afecta a la población mundial es el hipotiroidismo. Esta enfermedad afecta, en gran mayoría, a las mujeres. El hipotiroidismo se puede definir como cualquier alteración estructural o funcional que interfiere en la producción, secreción o acción periférica de las hormonas tiroideas (Vivas, Cárdenas, Cardozo, Carvajal-Canizales, & Cifuentes, 2016). Muchos expertos piensan que el inicio del hipotiroidismo es a través de la tiroiditis, pero a través de la Tabla 1 se demuestra que elevadas concentraciones de TSH, bajas de hormonas tiroideas y altas de anticuerpos antitiroideos (Zárate, Basurto, Saucedo, & Valencia, 2009).
El hipotiroidismo puede afectar en varios órganos del cuerpo. Una de las alteraciones tiene que ver con el sistema cardiaco. El hipotiroidismo puede alterar el remodelamiento cardíaco a través de 2 mecanismos celulares: elongamiento del miocito y la pérdida arteriolar, y puede progresar al desarrollo de insuficiencia cardiaca (Perel & Echin, 2006).
También puede afectar procesos de la vida como es la gestación de las mujeres produciendo enfermedades al niño cuando nace. El hipotiroidismo durante la gestación ha sido
asociado con partos pretérmino, bajo peso al nacer, abruptioplacentae, hipertensión y muerte fetal (Macchia & Sánchez-Flórez, 2007).
En el Ecuador, la diabetes mellitus y el hipotiroidismo son las enfermedades endocrinas más comunes en la población adulta de la cual se asociación entre ellas. La presencia de hipotiroidismo en los pacientes con diabetes mellitus constituye un factor de riesgo agregado para la aparición de complicaciones como nefropatía, cardiopatía y retinopatía diabética, por tal motivo se hace indispensable un diagnóstico y tratamiento precoz (Vázquez Aguirre, Rojas, & Bermúdez, 2013).
Uno de los tipos de hipotiroidismo más frecuente es el de bocio tóxico difuso (BTD) el cual constituye el 70% de los casos. Es una enfermedad autoinmune en la cual los anticuerpos para el receptor de la tirotropina estimulan al receptor de la tirotropina (TSH), e incrementan la producción de hormona tiroidea (Infante Amorós & Turcios Tristá, 2012).
Otra enfermedad que provienen del hipotiroidismo es la congénita, la cual sufren los recién nacidos. El hipotiroidismo congénito (HTC) es la endocrinopatía y causa de discapacidad cognitiva prevenible donde el pronóstico del desarrollo neurológico se relaciona en forma inversa a la edad de diagnóstico e inicio de tratamiento de la enfermedad (Grob & Martínez- Aguayo, 2012). En la Figura 2 se puede observar el proceso de tamizaje para los neonatos.
Otra de las más frecuentes es el hipotiroidismo subclínico ya que están presente en el 3 a 8% de la población general y en el sexo femenino. El hipotiroidismo subclínico es una condición caracterizada por niveles de hormona tiroidea periféricos dentro del rango de referencia normal, pero una cifra de TSH ligeramente elevada. (Calvo Rico, y otros, 2010)
Fuente: (Grob & Martínez-Aguayo, 2012)
Ahora, en un estudio realizado al personal que labora en el gobierno autónomo descentralizado de la provincia de Chimborazo, en Ecuador se evidenció que la mayoría no posee los conocimientos para identificar los signos y síntomas del hipotiroidismo. Esto por ser casos que generalmente se verifican como imperceptibles o normales y que generalmente puede evidenciarse las sintomatologías en procesos reiterativos y constantes de cansancio, cambios de peso, bocio y taquicardias (GUARACA, 2018). Es por ello que se debe conocer los síntomas de
esta enfermedad para poder ayudar a los especialistas que tipo o técnica de diagnóstico se pueda aplicar para confirmar la sospecha. Estos síntomas están reflejados en la Tabla 3.
Fuente: (Ares Segura, Quero Jiménez, & Morreale de Escobar, 2009)
Existen factores de riesgo, como se observa en la Tabla 4, que pueden conllevar a sufrir esta enfermedad la cuales son:
Mujer de 50 años y más.
Hombre de 60 años y más.
Mujer después de la menopausia.
Antecedentes familiares de enfermedad tiroidea.
Ser familiar o residente de zonas bociógenas.
Presencia de otra enfermedad autoinmune: diabetes tipo 1, artritis reumatoide, lupus, vasculitis, etcétera.
Cirugía tiroidea.
Terapia con radiación previa o actual (particularmente con yodo radiactivo).
Consumo de amiodarona carbimazole, metimazole, propiltiouracilo, interferón, talidomida, sunitinib, rifampicina y medicamentos que contengan yodo o litio. (E-III, E- IV, E-III). (Medrano Ortiz-de Zárate, y otros, 2012, pág. 73)
Fuente: (Mundet & Prieto, 2002)
El consumo de amiodarona es un factor de riesgo para padecer hipotiroidismo. La amiodarona (AMD) es un fármaco antiarrítmico de clase III; junto al sotalol y dofetilida, retarda
los impulsos eléctricos del corazón, bloqueando los canales de potasio miocárdicos, además de poseer algunas propiedades betabloqueantes (Paz-Ibarra, 2011). Con el aumento del número de pacientes tratados con el fármaco comenzaron a observarse sus efectos secundarios y, entre ellos, los que afectaban a la glándula tiroides (García Mayor, Ríos, & Galofré, 2006).
Por lo tanto, esta investigación tiene como objetivo general analizar la importancia de la amiodarona en hipotiroidismo. La metodología empleada se basó en investigaciones bibliográficas y documentales a través de textos, libros, revistas científicas y documentos web.
Método.
Para poder determinar la importancia y características de la amiodarona en hipotiroidismo se procedió a realizar investigaciones de tipo documental y bibliográfica basadas en sus síntomas, causas, diagnósticos y tratamiento. Esta metodología empleada se basó en la utilización de medios como textos, documentos y artículos científicos publicados disponibles en la web.
Resultados.
Uno de los medicamentos indicados para pacientes que sufren problemas cardiacos es la amiodarona. Por lo cual es importante conocer las características de este fármaco. La amiodarona es un potente antiarrítmico de clase III, que posee una estructura química parecida a la de las hormonas tiroideas (T3 y T4), donde cada molécula contiene 2 átomos de yodo, lo que equivale al 37% de su peso molecular (Toni, Anda, Pineda, Martínez de Esteban, & Ollero, 2009). En la Figura 3 se detalla la estructura química de las hormonas tiroideas, amiodarona y su metabolito activo, desetilamiodarona. En la Tabla 5 se detalla la farmacocinética de la amiodarona.
Fuente: (Toni, Anda, Pineda, Martínez de Esteban, & Ollero, 2009)
Fuente: (Uribe, y otros, 2009)
La amiodarona es un compuesto hidrofóbico, de absorción lenta y variable, donde la gran mayoría se une a proteínas. El volumen de distribución es alto y variable como consecuencia de una acumulación extensa en el tejido adiposo y en los órganos altamente perfundidos (hígado, pulmón y bazo) y su metabolismo es hepático el cual da un metabolito activo (destilamiodarona)
(López, 2007). La amiodarona tiene una vida media de aproximadamente 100 días debido principalmente a su almacenamiento en el tejido adiposo, y sus efectos tóxicos pueden persistir o aun ocurrir después de su interrupción (Tavares, Paula, Vaisman, & Teixeira, 2010).
Dentro de estas características esta que la amiodarona es el tratamiento para la fibrilación auricular. La amiodarona, por sus propiedades simpaticolíticas y bloquedoras de los canales de calcio, disminuye la conducción auriculoventricular y es efectiva para disminuir la respuesta ventricular durante la fibrilación auricular (Moreno-Martínez, y otros, 2005). Actualmente, es uno de los más usados el control de las taquiarritmias más frecuentes, indicándose su administración por vía EV inicialmente y luego por vía oral, siendo mantenida por varias semanas e incluso meses, según sea la indicación terapéutica (Paz-Ibarra, 2011).
La dosis comúnmente utilizada de amiodarona ha mostrado una moderada tasa de éxito en las primeras veinticuatro horas, de 45% a 85%, aunque similar a la de los demás antiarrítmicos que también se utilizan con este propósito (Uribe, y otros, 2009). Esta cantidad se puede detallar en la Tabla 6. Se estima que en el 20% de los pacientes tratados crónicamente con amiodarona hay que retirarlo por efectos secundarios (Toni, Anda, Pineda, Martínez de Esteban, & Ollero, 2009). Estos efectos secundarios se pueden visualizar en la Tabla 7.
Dentro de su composición hay una cantidad significativa de sodio que puede alterar otros órganos del cuerpo. Esto es porque su metabolismo se libera a la circulación un 10% de yodo en forma libre (7-22 mg), por lo que la dosis supone un aporte mayor a la ingesta diaria recomendada por la OMS, que es de 0,15-0,3mg/día (Toni, Anda, Pineda, Martínez de Esteban, & Ollero, 2009).
Fuente: (Uribe, y otros, 2009)
Fuente: (Toni, Anda, Pineda, Martínez de Esteban, & Ollero, 2009)
Esta cantidad de yodo, superior a la habitual, puede traer problemas con la tiroides. La amiodarona puede modificar el metabolismo de las hormonas tiroideas, resultando en alteraciones en las pruebas de función tiroidea y puede causar tanto hipotiroidismo como hipertiroidismo, lo que se conoce como disfunción tiroidea inducida por amiodarona (DTIA) (Paz-Ibarra, 2011). En la Figura 4 se puede observar el efecto de la amiodarona sobre el metabolismo de las hormonas tiroideas, las flechas rojas significan bloqueo. En la Tabla 8 se muestra el efecto de la carga excesiva de yodo en el metabolismo hormonal y alteraciones fisiológicas en test de función tiroidea (Tavares, Paula, Vaisman, & Teixeira, 2010).
Fuente: (Paz-Ibarra, 2011)
Muchos de estos problemas lo sufre la población mayor. Es por ello que su indicación debe ser bien realizada estudiando las características del paciente.
En el Ecuador la población de adultos mayores, según datos estadísticos del último censo del instituto Ecuatoriano de Censo (INEC 2010) representa el 7% de la totalidad de la población y que según pronóstico para el año 2050 alcanzara el 18%. Además de manera general se señala que el 70% de la población adulta mayor se encuentra entre la edad
comprendida de 65 y 85 años, y de acuerdo a la división por sexo el 48% corresponde al sexo masculino y el 52%al femenino. (Posligua, 2017, pág. 29)
Fuente: (Tavares, Paula, Vaisman, & Teixeira, 2010)
En esta población mayor sufre de los efectos secundarios de la amiodarona en los pacientes mayores del IESS de Babahoyo en el Ecuador relacionado con la condición física. Esto se detalla en la Tabla 9.
Criterios evaluativos | ||||||
Medicamentos | Efectos | Condición física | ||||
Positivo | Neutro | Negativo | Bueno | Regular | Malo | |
Amiodarona | 44 | 4 | 12 | 30 | 13 | 17 |
Fuente: (Posligua, 2017)
Los efectos negativos de la amiodarona sobre la tiroides pueden inducir hipotiroidismo e hipertiroidismo. La amiodarona también puede estar asociada a la Enfermedad de Graves subyacente, o inducir tirotoxicosis por citotoxicidad, ya que altera los parámetros de laboratorio, atenúa la respuesta a antitiroideos y dificulta el uso (Fadel, Gauna, Rezzónico, & Croome, 2009). El hipotiroidismo por amiodarona ocurre entre 6 a 12 meses y presenta algunos síntomas vagos como piel seca, letargia, intolerancia al frío y capacidad de concentración alterada (Paz-Ibarra, 2011).
Para los pacientes cardiacos se realizan estudios para analizar si se suspende el tratamiento con amiodarona. Si es factible, se la suspende, observándose un elevado porcentaje de curación en pacientes con TPOAb negativos, por lo cual se refiere la administración de perclorato de potasio luego de la discontinuación de amiodarona con el objeto de acelerar el restablecimiento del eutiroidismo(Fadel, Gauna, Rezzónico, & Croome, 2009).
Ahora existe tratamiento para el hipotiroidismo por amiodarona a través de levotiroxina (LT4). Si la amiodarona no puede ser descontinuada, LT4 restaura el eutiroidismo bioquímico, con resolución de síntomas, luego la terapia se inicia con dosis bajas de 25 a 50 ug/d, y se va incrementando lentamente hasta que la TSH retorne a lo normal (Paz-Ibarra, 2011). En general,
se recomienda continuar con la amiodarona e iniciar levotiroxina ya que el nivel de TSH se debe mantener en el nivel normal superior, y debe ser monitoreado de manera regular (Salinas Arce, Pinto Valdivia, & Solórzano Altamirano, 2012). En presencia de hipotiroidismo severo es conveniente indicar tratamiento con LT4 aunque se suspenda la amiodarona y bajos estrictos controles periódicos a fin de ajustar las dosis de LT4 (Fadel, Gauna, Rezzónico, & Croome, 2009). En la Figura 5 se puede observar el seguimiento y manejo del hipotiroidismo inducido por amiodarona.
Fuente: (Paz-Ibarra, 2011)
En general, se recomienda una evaluación inicial de la glándula tiroides y la determinación basal de TSH, T4 libre, T3 total y antiTPO, en especial se debe repetir el TSH cada 6 meses (Salinas Arce, Pinto Valdivia, & Solórzano Altamirano, 2012). Aunado a esto se recomienda ecografía de tiroides.
Discusión y conclusiones.
Uno de los órganos importantes para la evaluación del cuerpo humano es la tiroides porque fomenta el desarrollo de hormonas T4 y T3 las cuales estimulan los procesos metabólicos y permiten el desarrollo del sistema nervioso. Esto depende del eje tiroideo que está conformado por el hipotálamo, hipófisis y tiroides donde el hipotálamo segrega la hormona TSH que permite la secreción de las hormonas tiroideas. Al romperse este balan o equilibrio bioquímico empiezan a padecer enfermedades referentes a este sistema endocrino. Dentro de estas enfermedades están el crecimiento del tamaño de la tiroides, aparición de un nódulo de tiroides que en particular es benigno en la mayoría de los casos como también el sufrimiento de hipotiroidismo e hipertiroidismo.
Una de estas enfermedades que ataca, en gran escala es a las mujeres y a personas en edad avanzada, es el hipotiroidismo. Esta interfiere en la segregación de las hormonas tiroideas por consecuencia de altas hormonas TSH y altos anticuerpos antitiroideos. Esta alteración puede afectar el funcionamiento cardiaco, aparece en el embarazo y por el cual debe ser diagnosticado a tiempo para que el feto no sufra consecuencias al nacer que puedan alterar su calidad de vida a futuro. También está asociada a la diabetes ya que aparece en los pacientes con problemas de glicemia. Existen tipos de hipotiroidismo como el congénito asociado a los neonatos y la subclínica que es la más frecuente en la población debido a que los valores están levemente por debajo de lo normal.
La amiodarona es un fármaco que es utilizado para el control de la arritmia cardiaca y otros problemas del corazón. Dentro de su estructura química hay un gran porcentaje de yodo lo cual puede alterar la segregación de hormonas tiroideas ya que este es uno de los principales factores de riesgo del hipotiroidismo. Este medicamento contiene factores secundarios que pueden alterar otros organismos del cuerpo. El efecto que tiene la amiodarona en el
hipotiroidismo sucede después de 6 a 12 meses de ingesta y posee síntomas como piel seca, letargia, intolerancia al frio y alteración en la capacidad de concentración. La gran mayoría de los casos, los pacientes se le suspende este medicamento y es reemplazo por levotiroxina la cual se le suma la evaluación sanguínea a través de tamizaje TSH cada seis meses con T4libre, T3total y antiTPO, a su vez con evaluaciones ecográficas de tiroides.
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