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RECIAMUC VOL. 9 Nº 2 (2025)
Introducción
La mamoplastia de aumento utilizando im-
plantes con el fin de mejorar la estética de
la mama y corregir anomalías congénitas o
adquiridas para reconstruir el seno ha in-
crementado en número significativamente.
Durante los últimos años y con la evolución
reciente de las redes sociales, el énfasis en
la imagen corporal se ha agregado a la cre-
ciente búsqueda de arreglos estéticos. De
acuerdo con la Encuesta global 2021 de la
Sociedad Internacional de Cirugía Plástica,
la cirugía mamaria con fines estéticos repre-
senta el primer lugar en cirugías del sexo fe-
menino con 98%. Estados Unidos es el país
número uno en procedimientos quirúrgicos
estéticos mamarios. México ocupa el tercer
lugar en frecuencia en el ámbito mundial,
representando 11% del total de cirugías
con 77,700 casos anuales reportados, de
los cuales en 94% se utilizaron implantes
de silicona. La edad de colocación para la
mayoría de las pacientes oscila entre 19-34
años (53%), seguido del grupo de 35-50
años (37%). Las cifras mundiales reportan
un impacto con disminución de hasta 15%
secundario a la pandemia por COVID-19 en
2020 y 2021 (1).
Las imágenes mamarias contribuyen al
diagnóstico de las complicaciones asocia-
das a las prótesis, advirtiendo que la clínica
y la exploración física tienen limitaciones.
El radiólogo debe estar familiarizado con
los hallazgos normales y anormales de los
implantes más utilizados; adicionalmente,
debe conocer cuáles son las ventajas y limi-
taciones de cada método diagnóstico, para
detectar una anormalidad (2).
Las complicaciones tempranas usualmente
son diagnosticadas por los cirujanos plásti-
cos e incluyen el seroma, el hematoma o la
infección; a veces puede aparecer un abs-
ceso resultado de la infección de un seroma.
Las complicaciones tardías frecuentemen-
te son detectadas por imagen radiológica,
ya sea porque la paciente es sintomática o
bien incidentalmente (3).
ROL DE LA ECOGRAFÍA EN LA EVALUACIÓN POSTOPERATORIA DE COMPLICACIONES ASOCIADAS CON
IMPLANTES MAMARIOS
En enero de 1992, la FDA solicitó una mo-
ratoria voluntaria sobre el uso de implantes
mamarios de silicona debido a preocupa-
ciones sobre un posible vínculo con enfer-
medades autoinmunes. Más tarde ese año,
las restricciones se levantaron para los im-
plantes salinos, pero se impusieron nuevas
regulaciones para los implantes de gel de
silicona. Estas nuevas regulaciones limita-
ron su uso a la reconstrucción mamaria o
el reemplazo de implantes existentes. Ade-
más, los fabricantes debían recopilar datos
de seguridad y monitorear la salud de miles
de pacientes durante al menos 10 años. A
pesar de que un informe del Instituto de Me-
dicina de 1999 concluyó que no existía una
relación demostrable entre los implantes de
silicona y las enfermedades autoinmunes
diagnosticadas, no fue sino hasta 2006 que
finalmente se levantaron por completo las
restricciones sobre los implantes rellenos
de gel de silicona (4).
Metodología
Durante esta investigación, se llevó a cabo
una revisión bibliográfica exhaustiva para
comprender el rol de la ecografía en la
evaluación postoperatoria de complicacio-
nes asociadas con implantes mamarios.
Se consultaron diversas bases de datos
científicas, como PubMed, Scopus y Web
of Science, utilizando una combinación de
palabras clave como "ecografía mamaria",
"implantes mamarios", "complicaciones
postoperatorias" y "evaluación por imagen".
Se seleccionaron estudios publicados en
los últimos diez años que abordaran el uso
de la ecografía como herramienta diagnós-
tica para identificar y caracterizar compli-
caciones como seromas, hematomas, con-
tractura capsular, roturas de implantes y
extrusión. La información recopilada permi-
tió sintetizar la evidencia existente sobre la
sensibilidad, especificidad y utilidad clínica
de la ecografía en este contexto, destacan-
do su papel como modalidad de imagen no
invasiva y accesible para el seguimiento de
pacientes con implantes mamarios.