
296 RECIAMUC VOL. 9 Nº 2 (2025)
Introducción
Lo que comprende la palabra ansiedad,
es un estado mental detonado por sensa-
ciones de miedo, gran inquietud y extrema
inseguridad por situaciones futuras; la per-
sistencia de dicha condición, así como las
afectaciones que tiene en las actividades
diarias de quien lo experimenta es lo que
traslada dicha posición a un trastorno diag-
nosticado. Dentro de los diferentes padeci-
mientos referidos a la ansiedad, el Trastorno
de Ansiedad Generalizada resulta ser uno
de los más frecuentes (1).
A pesar de la variedad de las circunstancias
y objetos que los inducen, los trastornos de
ansiedad tienen en común su activación
excesiva y dificultades en la conducta que
interfieren en las actividades diarias acadé-
micas, laborales y en las relaciones inter-
personales. En la clasificación de los tras-
tornos de ansiedad, se incluyen el trastorno
de ansiedad generalizada, el trastorno de
pánico, trastorno de ansiedad de separa-
ción y trastornos relacionados con la fobia.
Los trastornos de ansiedad más frecuentes
entre los jóvenes son: trastorno de ansiedad
generalizada, trastorno de ansiedad social
y fobia específica. A partir de los 35 preva-
lece el trastorno de pánico (2).
Su categorización como trastorno mental se
encuentra recogida en las principales guías
de clasificación de los trastornos mentales,
el DSM-5 (Manual de diagnóstico y estadís-
tica de los Trastornos Mentales de la Ameri-
can Psychiatric Association) y en la CIE-10
(Clasificación Internacional de Enfermeda-
des de la Organización Mundial de la Sa-
lud). La Encuesta Nacional de Salud de Es-
paña (ENSE) (2017), reveló que el 10.7% de
la población consumía fármacos para dor-
mir, relajantes o tranquilizantes. Los trastor-
nos de ansiedad se inician en la infancia,
adolescencia o edad adulta temprana hasta
que se alcanza su pico en la mediana edad,
y luego tiende a disminuir de nuevo con la
edad, presentándose en la vejez los niveles
de prevalencia más bajos pudiendo llegar a
MÉNDEZ SALAZAR, C. E., MOYA SILVA, L. S., GARZÓN ORELLANA, P. A., & GAIBOR BOHORQUEZ , A. X.
ser crónicos. Además, son las mujeres las
más propensas a sufrir ansiedad (3).
Una buena intervención ha de estar basada
en una buena evaluación y análisis de cada
caso en particular. Un buen profesional ha
de dirigir su trabajo para conseguir los ob-
jetivos terapéuticos establecidos en cada
caso en particular y para ello, ha de utili-
zar las herramientas, los instrumentos, las
estrategias más acordes y efectivas. Y en
este sentido, la psicología dispone de tra-
tamientos eficaces que han sido evaluados
científicamente. Para el tratamiento de la
ansiedad, de las terapias que han sido eva-
luadas y en las que investigadores y pro-
fesionales de la salud mental infanto-juve-
nil han encontrado evidencia que muestra
que se encuentran en el nivel superior de
eficacia aparecen las siguientes: la terapia
cognitivo-conductual, la exposición, el mo-
delado, la terapia cognitivo-conductual con
la implicación de los padres, la psicoeduca-
ción y la terapia cognitivo-conductual con
medicación (4).
Metodología
Se llevó a cabo una exhaustiva revisión
bibliográfica para explorar los trastornos
de ansiedad en adultos jóvenes, enfocán-
dose en sus manifestaciones clínicas y
abordajes terapéuticos fundamentados en
la neurobiología. Se consultaron diversas
bases de datos académicas, incluyendo
PubMed, Scopus y PsycINFO, utilizando
términos clave como "trastornos de ansie-
dad", "adultos jóvenes", "manifestaciones
clínicas", "tratamiento neurobiológico" y
"neurociencia de la ansiedad". La selec-
ción de estudios se basó en su relevancia
para el tema, priorizando investigaciones
originales, revisiones sistemáticas, traba-
jos de grado, metaanálisis entre otros..
Este proceso permitió identificar las prin-
cipales características sintomáticas y las
intervenciones terapéuticas actuales que
consideran los mecanismos neurobiológi-
cos subyacentes a estos trastornos.