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RECIAMUC VOL. 9 Nº 2 (2025)
• De órgano/espacio: implican una parte
de la anatomía diferente de las capas de
la pared incidida o manipulada durante la
cirugía y ocurre dentro de los primeros 30
días si no se ha colocado prótesis o hasta
un año después de dicho procedimiento.
• De otras localizaciones: aparatos respi-
ratorios, cardiovascular, genitourinario,
digestivo, sistemas linfáticos, nervioso,
osteomioarticular, mamas, entre otras (9).
Diagnóstico
El diagnóstico precoz de la sepsis, median-
te la detección rutinaria en pacientes gra-
vemente enfermos y posiblemente infec-
tados, demostró reducir la mortalidad y la
falla multiorgánica. Se obtuvieron cultivos
apropiados (hemocultivos, orina, LCR, se-
creciones, heridas) antes de iniciar los an-
tibióticos, sin causar un retraso significativo
(> 45 min). Para una identificación adecua-
da, se tomaron al menos dos conjuntos de
hemocultivos (aerobios y anaerobios), uno
percutáneo y otro de cada dispositivo vas-
cular (excepto si tenía < 48 h). En pacien-
tes con catéteres permanentes (> 48 h), se
obtuvo al menos un hemocultivo de cada
luz vascular, especialmente con signos de
inflamación o trombos. La obtención de he-
mocultivos periféricos y a través de acce-
sos vasculares aumentó la probabilidad de
identificar la etiología de la sepsis si la mis-
ma bacteria se encontraba en ambos (10).
En la última década, se intentó identificar
marcadores y biomarcadores para el diag-
nóstico y diferenciación de la sepsis. La
proteína C reactiva (PCR) se evaluó como
un instrumento simple y valioso para el
diagnóstico y monitorización de la respues-
ta al tratamiento, aunque su baja especifici-
dad (valores de corte de 50 mg/l mostraron
una sensibilidad del 98,5% y una especifi-
cidad del 75%) impidió su uso aislado. La
procalcitonina (PCT) demostró efectividad
para orientar el diagnóstico, con un aumen-
to asociado a disfunción orgánica y choque
séptico (valor de referencia de 0,5 ng/ml
con sensibilidad del 76% y especificidad
del 70%). Niveles bajos de PCT se utilizaron
para detener antibióticos en pacientes con
sospecha de sepsis sin confirmación pos-
terior de infección. Estudios evidenciaron la
utilidad de la PCT en UCI para suspender
antibióticos y en urgencias para determinar
su inicio, disminuyendo la duración del tra-
tamiento, la estancia hospitalaria y en UCI,
y reduciendo el número de pacientes trata-
dos sin efectos adversos (10).
Nuevas técnicas de biología molecular,
como Maldi/tof y el péptido de fluorescen-
cia de ácido nucleico de hibridación in situ,
permitieron la identificación rápida del pa-
tógeno (< 8 h), aunque con la limitación de
diferenciar colonización de infección. Se
avanzó en el estudio de biomarcadores más
específicos y sensibles, como la presepsina
(asociada a mayor mortalidad y potencial-
mente útil para monitorizar la terapia anti-
biótica) y el suPAR (indicador de severidad
y disfunción orgánica, pero no específico
para sepsis). El daño a la capa endotelial
glucocálix, reflejado en niveles elevados
de SYNDECAN-1 y SYNDECAN-4, se con-
firmó en modelos sépticos, aunque podría
ser inespecífico para infección bacteriana.
Finalmente, la relación neutrófilos/linfocitos
surgió como una herramienta barata y rá-
pida para el diagnóstico de bacteriemia en
estudios de urgencias (10).
Criterios diagnósticos de sepsis:
• Aumento de ≥2 puntos en la escala
SOFA en presencia de una infección
sospechada o confirmada.
• Signos de disfunción orgánica como
hipotensión, hipoxemia, oliguria, altera-
ciones neurológicas, trombocitopenia o
acidosis láctica.
• Elevación de marcadores inflamatorios
como procalcitonina (PCT), proteína C re-
activa (PCR) e interleucina-6 (IL-6) (11).
Manejo terapéutico
El abordaje terapéutico de la sepsis y el
shock séptico se fundamenta en las di-
MANEJO DE LA SEPSIS EN LA UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS: ESTRATEGIAS BASADAS EN EVIDEN-
CIA PARA REDUCIR LA MORTALIDAD