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RECIMAUC VOL. 7 Nº 2 (2023)
Introducción
En la actualidad, a nivel mundial, los com-
bustibles fósiles dominan como fuentes de
energía tanto para el sector del transporte
como para el sector de generación de ener-
gía. A nivel nacional, Argentina no escapa
a esta realidad, y tampoco la provincia de
Mendoza, la que cuenta con 1.440 MW de
potencia instalada y 4.852.403 MWh de
energía eléctrica generada en 2018. De
estos, el 63,90% correspondió a procesos
que utilizan combustibles fósiles (7,31% por
Turbinas a Gas, 4,91% por Turbinas a Vapor,
49,38% por Ciclo Combinado, 2,29% por
Motores a Combustión Interna), el 36,09%
a procesos hidráulicos (31,9% no renova-
bles y 4,12% renovables) y un 0,012% a
generación distribuida (GD) con tecnología
fotovoltaica (FV). Es importante destacar
que para dicha producción de electricidad
se utilizaron 521.260 TeP de gas natural y
9.347.576 TeP de fuel oil (CAMMESA, 2018;
EPRE, 2019).
Aspectos relativos al Sector Transporte
En el contexto actual de degradación am-
biental, donde se destaca la problemática
del cambio climático y la disminución de las
reservas convencionales de combustibles
fósiles, se han realizado diversos esfuerzos
para reducir el consumo de estos combus-
tibles. En el sector del transporte, los vehí-
culos eléctricos (EV, por su sigla en inglés
Electric Vehicles) son una solución prome-
tedora, con un ritmo de crecimiento notable
en el mercado y con la potencialidad de re-
emplazar a los vehículos con motor de com-
bustión interna (International Energy Agen-
cy - IEA, 2019).
En este sentido, la Dirección Nacional de
Escenarios y Planeamiento Energético de
la Nación ha publicado proyecciones de la
penetración de los vehículos eléctricos a
nivel nacional, bajo cuatro escenarios pro-
yectados para el año 2030. Los dos prime-
ros escenarios, denominados Tendencial y
Eficiente, no incluyen una promoción activa
de la electromovilidad y consideran un 12%
PROSPECTIVA SOBRE LA INTEGRACIÓN ENERGÉTICA DE SISTEMAS DE GENERACIÓN DISTRIBUIDA Y VEHÍ-
CULOS ELÉCTRICOS EN MENDOZA, ARGENTINA
de ventas de autos livianos eléctricos, lo
que representa una participación menor al
2,5% de EV en el total del parque automo-
tor. Los otros dos escenarios, denominados
Electrificación y Gasificación, se basan en
una estrategia de promoción de la electro-
movilidad y consideran que el 30% y el 50%
de las ventas de autos livianos y de buses
de corta distancia, respectivamente, sean
eléctricos. Esto equivale a una participa-
ción de la electromovilidad del 5,6% en el
parque automotor nacional (Secretaría de
Energía de la Nación, 2019).
La integración entre sistemas de genera-
ción distribuida con tecnología fotovol-
taica y los EV
Además de ser una de las estrategias para
dar solución a desafíos como el cambio cli-
mático, los vehículos eléctricos (EV) pueden
considerarse como una fuente de genera-
ción distribuida (GD) de energía eléctrica,
ya que la mayoría de los vehículos particu-
lares están estacionados casi el 95% del
tiempo de uso (Bull y CEPAL, 2003). Por
tanto, podrían permanecer conectados a
la red eléctrica de distribución para volcar
energía almacenada en sus baterías, bajo
el concepto de “Vehicle to Grid” (V2G) (Gui-
lle y Gross, 2009), y/o ser un elemento al-
macenador distribuido de energía (Ehsani
et al., 2012).
En la provincia de Mendoza, es notoria la
creciente penetración de sistemas de gene-
ración distribuida, con una participación do-
minante de la tecnología solar fotovoltaica.
Esta penetración ocasiona cierto estrés en
la red eléctrica de distribución como con-
secuencia de una inyección impredecible e
intermitente de energía, asociada a la dis-
ponibilidad variable del recurso. Sin embar-
go, la mayoría de los estudios concuerdan
en que es viable la integración de los sis-
temas fotovoltaicos a las redes de energía
eléctrica, y que una solución para equilibrar
la generación e inyección de energía de es-
tas fuentes es la adopción de sistemas es-
tacionarios o dinámicos de almacenamiento